Cuenta la leyenda que en una casa humilde, en algún pueblo de las afueras de la ciudad de Buenos Aires, en el campo, un paisano pelado, gordo y muy viejo, quien era una persona muy buena y reconocida por todos sus vecinos por ayudar siempre a los que más lo necesitaban, dejó caer semillas al fértil suelo de ese lugar.
Las lluvias comenzaron a caer muy seguido en ese lugar y así, germinaron sin control. De repente toda la zona estaba plagada de esta yerba.
El pueblo estaba desconcertado, pero con el tiempo empezaron a darse cuenta que esta yerba podía convertirse en una bebida rica, energizante y gratis para todo el pueblo. Desde ese momento la yerba mate es una bebida popular que une a la gente y que no falta en ningún hogar de nuestro país.
Luciano Blanco 5° C
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